martes, 28 de julio de 2009

Jirondai rescata historias ancestrales

GRUPO MULTICULTURAL MEZCLA CANTOS INDÍGENAS CON ELEMENTOS CONTEMPORÁNEOS
Jirondai rescata historias ancestrales
Aunque su objetivo es la expresión artística , este grupo costarricense le ha dado una gran exposición a la música indígena, en especial a la comunidad ngäbe, de Coto Brus
Nacion.com

GERARDO GONZÁLEZ V. | gegonzalez@nacion.com

Jirondai era el nombre de un antiguo chamán de la comunidad indígena de los ngäbe (conocidos erróneamente como guaymíes) y que tenía dos caras.

Según cuentan las leyendas de este grupo indígena, con uno de sus rostros observaba el pasado, mientras con el otro vigilaba el futuro.

Este concepto se repite en el grupo musical del mismo nombre de ese líder indígena y que fusiona en su sonido los cantos ancestrales de los ngäbe (pronunciado nobe) con elementos más contemporáneos y de la música electrónica.

Su vocalista es precisamente un miembro de esa comunidad. Su nombre indígena es Unchi, pero también posee una cédula en la que aparece registrado como Alexis Rodríguez Gallardo, solo un formalismo. Él se presenta como Unchi.

Él también es el compositor de todos los temas del grupo que están en idioma ngäbere y que tratan sobre conversaciones de un chamán con distintos espíritus.

La alineación del grupo la completan Luis Porras, en producción audiovisual y teclados; Jordan Hughes, en las guitarras; Luis Mora en las secuencias de sintetizadores y Larissa Coto en percusión y en los coros. También han contado con la participación de varios invitados, entre los que destaca Gladys Chiny, quien ha aportado su voz y percusión en un ensamble de tipo más acústico.

Idea. Precisamente, el creador y fundador de este concepto es el periodista y músico Luis Porras quien, según le contó a Viva , viene gestando una formación de este tipo desde hace unos 17 años; sin embargo, hasta el 2005 se concretó.

Porras buscaba a un cantante indígena y fue gracias a una recomendación del escritor guanacasteco Santiago Porras que lo puso en contacto con Unchi. Tras una ardua labor de convencimiento, el vocalista accedió a sumarse al grupo.

“Yo aprendí de mi mamá, Besi, que era cantante y curandera, de ella aprendí todos los valores. No fui a la escuela, lo único que me interesaba era lo que sabía hacer que era la música y ser curandero”, contó emocionado Unchi.

La señora Besi también había aprendido los relatos de su propia madre y de su abuela, cantos que ahora se ven envueltos con música contemporánea como una colaboración entre artistas, sin un afán de rescate como motivo primordial.

“No es un proyecto de preservación, es simplemente de creación artística”, aseguró Porras por su parte. “La idea es hacer una cuestión muy horizontal, con la textura de una voz muy inusual, y que se convierta en un puente para que lo escuche mucha gente que no lo conoce”, explicó Porras.

No obstante, la agrupación ha contribuido para concientizar tanto a miembros de la comunidad ngäbe como del resto del país.

De hecho, el proyecto ha servido para que los miembros más jóvenes de la comunidad hagan un cambio.

“Los chicos no quieren hablar el idioma, a la gente le da vergüenza que los identifiquen como ngäbe. Al principio la gente se burlaba de mí, me ponían nombres, me decían que era de Los Tigres del Norte, ahora la gente se ha soltado y quieren hacer música”, recordó Unchi.

“Es importante que la gente ngäbe diga que mi lenguaje es algo vivo y que vale la pena. Lo que yo hago no es porque yo quiero, sino porque era un principio que yo tenía que cumplir”, agregó.

De igual forma, a nivel nacional también han recibido elogios de quienes tienen la oportunidad de escucharlos. “La gente siempre me pregunta de dónde soy y dónde estaba escondido”, añadió.

“A la gente le gusta mucho esta fusión, sobre todo porque tiene un elemento costarricense que ha facilitado para que se abran muchas puertas, a la gente le sorprende”, afirmó Larissa Coto.

Según confiesan ellos mismos, tienen claro que no se trata de una propuesta nueva y que ya ha tenido sus precursores en otras propuestas extranjeras ya conocidas como Deep Forest y Enigma.

Sin embargo, según Porras esta es la primera vez que se hace un trabajo de este tipo con un componente costarricense.

Álbum. El grupo ya grabó su primer disco compacto de estudio, el cual saldrá a la venta el 10 de octubre, tan solo dos días antes del Día del Encuentro de las Culturas.

“Quisimos hacer un simbolismo de cómo era la vida antes de esa fecha”, comentó Porras.

Ese día se celebra la llegada de los conquistadores españoles a América en 1492, aunque recientemente se ha denominado más bien como el encuentro de dos mundos.

El álbum contendrá doce temas escritos en los idiomas ngäbere y buklé e incluye un dueto con la cantante Guadalupe Urbina, en el tema Una sola huella .

Aparte de este tema, también se incluyen otros como Nukwä kieguie (El canto de las gaviotas), Ku kai (El canto del oso perezoso) y Däri motoá (La gota de sangre). Este último hace referencia a una antigua profecía de que los ríos de América se iban a llenar de sangre.

Otro de los elementos que caracterizan la propuesta del grupo es su parte audiovisual. “Se nos ocurrió hacer un relato paralelo a los lados del escenario, que tampoco cuenta una historia, pero que da alegorías de cómo es la reserva”, dijo Porras.

Unchi vive en San Vito de Coto Brus en la reserva La Casona y ahí tiene también un Centro de Cultura Ngäbe para la formación cultural y artística de sus miembros.

Dentro de los proyectos del grupo también se encuentra lanzar un disco con remixes de algunos de los temas y grabar con artistas indígenas y populares de otros países.

Si usted desea más información sobre el grupo puede visitar el sitio oficial en la dirección www.jirondai.com y en www.myspace.com/proyectojirondai.

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